Si nos encontramos en una situación de emergencia o supervivencia nuestras dos prioridades van a ser conseguir agua y encender un fuego.

El fuego nos proporcionará calor, luz, y una fuente de energía para cocinar o hervir agua (que es esencial, como explicamos en la guía para conseguir agua en una situación de supervivencia).

Encender un fuego no debería ser una tarea difícil si hemos preparado bien nuestra mochila de supervivencia. Veamos distintas herramientas que nos ayudarán a conseguir una llama:

1- Mechero o encendedor

La solución más obvia. Lo ideal será que tengamos en nuestra mochila un buen encendedor. Existen distintos tipos de encendedores:

Encendedores de butano:

Son los típicos encendedores con carcasa de plástico. El combustible es normalmente gas butano almacenado a alta presión, hasta el punto que se vuelve líquido. El mecanismo que genera la chispa puede ser mecánico (por la fricción de una rueda de acero contra un trozo de pedernal) o mediante una chispa eléctrica al ejercer presión sobre un material piezoeléctrico.

Encendedores de combustible líquido: Zippo

Estos encendedores tienen una cámara rellena de tela fibrosa (rayón) que alberga el combustible. La chispa se produce por fricción de una rueda de acero con un pedernal. El Zippo ganó su popularidad durante la segunda guerra mundial, cuando dejó de venderse en el mercado para enfocar toda su producción a proveer al ejército de EE.UU. La ventaja del Zippo es que es mucho más resistente a vientos y una vez encendido podemos retirar la mano y mantendrá la llama hasta que cerremos la tapa.

Mechero Zippo para encender un fuego
Encendedor Zippo clásico

2- Cerillas de supervivencia

Existen cerillas especialmente desarrolladas para ser utilizadas en situaciones de emergencia. La parte superior de la madera está cubierta e impermeabilizada para que funcionen en situaciones de viento y lluvia moderada, o incluso después de haber sido sumergidas brevemente bajo el agua.

Las cerillas comunes podrían servir, pero serán mucho menos efectivas si hay viento o humedad, y nada en absoluto si se mojan. Éstas de la marca UCO vienen en un bote impermeable de 25 unidades con tres lijas de fosforo para encenderlas. Suficiente para sacarnos de 25 apuros.

3 – Pedernal y acero

El pedernal clásico consiste en una pieza de sílex, una roca compuesta por distintos tipos de minerales, siendo el cuarzo el más abundante. Al frotar el sílex contra una superficie rugosa de hierro o acero se creaba una chispa.

Los pedernales modernos están compuestos de ferrocerio, una aleación metálica con la misma propiedad de emitir chispas al frotarse contra una superficie rugosa (piroforicidad). Éste es el mismo material que se utiliza en los mecheros de pedernal, junto con una rueda de acero estriado.

Este método de encender el fuego es versátil, permite muchos usos y no utiliza combustible que se pueda evaporar, como era el caso del Zippo. Sin embargo necesita una cierta práctica a la hora de ejecutar la técnica de encendido, y un material seco y combustible que mantenga la primera llama una vez se ha generado la chispa.

Los pedernales de supervivencia contienen magnesio, un elemento altamente inflamable. Utilizando la parte afilada del rascador, conseguiremos una fina viruta de magnesio que colocaremos en el medio de nuestro material seco (yesca). Frotando la parte rugosa del acero contra la barra de ferrocerio generaremos las chispas que encenderán el magnesio, aumentando nuestras probabilidades de conseguir un fuego persistente.

4 – Hornillo de gas (camping-gas)

Una vez más una opción obvia pero extremadamente útil. Si estamos preparando una aventura o una mochila de supervivencia con antelación, podemos ponerle las cosas fáciles a nuestro yo del futuro y utilizar un hornillo de gas como los que se utilizan para acampar.

Si tenemos unos cuantos cartuchos de gas comprimido, éste hornillo nos servirá para utilizar directamente para calentr nuestra agua o comida, o para encender una hoguera con leña muy rápidamente.

Cualquiera de estos utensilios te ayudará a encender un fuego rápidamente, pero todos tienen sus desventajas. Afortunadamente no son demasiado caros, así que es conveniente tener un par de métodos distintos en la mochila, para estar preparados para todas las situaciones.

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